La mujer perfecta según Jane Austen

Elegant Woman Mona Lisa


Orgullo y Prejuicio - Jane Austen

- No se puede decir que alguien sea de verdad brillante si no sobrepasa con mucho a lo que encontramos de ordinario. Una mujer ha de tener un conocimiento completo de la música, del canto, del dibujo, del baile y de los idiomas modernos para merecer ese calificativo; y junto a todo eso, ha de poseer un algo indefinible en el semblante y en la manera de andar; así como en el tono de voz, la elocución y la manera de expresarse, porque, de lo contrario, sólo merecerá a medias ese elogio. 

- Ha de poseer todo eso, y aún algo más sustancial, mediante el perfeccionamiento de su inteligencia gracias a unas lecturas muy extensas. 

- Ya no me sorprende que sólo conozca usted a seis mujeres con tan grandes perfecciones. Más bien me maravilla que conozca usted alguna.

-------------------------------------------

¿Y quién conoce a una mujer con todas éstas virtudes? Por desgracia, aquellos que poseen las virtudes que nosotros apreciamos, cultivan también otros defectos que detestamos. 
Si bien no le falta razón a Mister Darcy, pues, todas las virtudes exteriores pierden su fureza cuando su poseedora en cuestión abre la boca. 
Y hay tan pocas que al hacerlo, hacen que el resto parezca trivial....

¿La belleza está en el interior?


Roal Dahl


La belleza, lo atractivo proviene tanto del interior como del exterior. No se trata de ninguna moraleja Disney, sencillamente es así. cuando una persona es amable, considerada, cuando nos cae bien, muchas veces dulcificamos su aspecto a nuestros ojos. De ahí que nuestros amigos siempre nos parezcan más guapos de lo que son y que de aquella gente desagradable que nos cae mal digamos: pues no es tan guapo. 

En la novela La magia más poderosa (spoiler, se trata de la inteligencia), la madrastra de Blancanieves pregunta por qué todos la prefieren a ella. Y el protagonista le responde que si bien es cierto que ella, la reina, es la más hermosa del reino, por su dureza y maldad se muestra menos atractiva, mientras que Blancanieves, con su simpatía y dulzura, se gana el corazón de todos aquellos a su alrededor. 

La moda en provincias de Poirot

Lauren Bacall Black&White
Lauren Bacall

Primeros casos de Poirot - Agatha Christie.

Por regla general personas de toda especie acuden a consultar a Poirot, pero, en mi  opinión, la mujer que se detuvo, nerviosa, junto a la puerta manoseando el boa de plumas, era de las más vulgares. Representaba unos cincuenta años, era delgada, de rostro marchito, vestía un traje sastre y sobre los cabellos grises se había puesto un sombrero que la favorecía poquísimo. En una capital de provincia pasamos todos los días por delante de muchas mistress Pengelley.


---------------------------------------------------

Siento discrepar con el querido Hastings, pero según mi humilde experiencia, las mujeres de provincia visten bastante bien. Probablemente debido al qué dirán  saben llevar las prendas, las modas de una forma más contenida, lo cual es siempre, una decisión muy acertada. 



Tres adjetivos para vestir bien

Portrait of Madame X - John Singer




El expediente Canaima -  Reyes Calderón

MacHor había seguido la norma de los tres adjetivos (discreto, corto y oscuro) que se imponía cuando acudía a un acto social en el que desconocía la costumbre imperante. Llevaba un traje negro de gasa convenientemente entallado y un chal de seda a juego. Se había recogido el pelo en un moño alto. Creía, con acierto, que el negro resaltaba sus rasgos pelirrojos. Pero sobre todo era socorrido.

Todo el mundo debería tener una especie de "botiquín de armario" con algunas prendas que le hagan estar medianamente aceptable en algún evento en el que no sabes como aparecer. 

Un pequeño lujo semanal I




Me comentaba el otro día con un amigo como hoy en día le parece vergonzoso que haya  gente que viva en el lujo y la ostentación.
En ese momento no pude sino interrumpirle. Y es que en el mundo de Alphonse Doré et Noir la ostentación no tiene nada que ver con el lujo, recordad eso de My kingdom, my rules. El lujo es personal, intimo, individual o casi (dos son compañía, tres son multitud), la ostentación es pública, externa, disfrutando más del hecho en sí que de la causa.
Hay quien cree que el lujo son diamantes, mármoles y viajes en jet privado. Pero esa idea del lujo ostentoso (y ostensible) no es más que la consecuencia de esa panda de arribistas parvenus que empezaron a surgir en los años 80 y 90, que no disfrutaban de sus lujos si no había nadie que les envidiara, aquellos que competían por el coche más caro, las joyas más grandes, el viaje más exótico.
El lujo se forma con pequeños detalles sin importancia y no necesariamente caros. De ahí esta nueva sección.

El lujo es disfrutar de un ramo de flores frescas en ese antiguo jarrón de cristal de la abuela.

Para mí, no hay nada que me inspire más confianza en un hotel o un establecimiento de gama alta que el hecho de disponer de flores frescas. En mi opinión demuestra un interés por las cosas realmente importantes.

En la película Princesa por sorpresa, de Garry Marshal (director de Pretty Woman) preguntó a Julie Andrews, quién interpreta a la Reina Clarisse Renaldi, qué detalle le gustaría añadir a la película para definir su  personaje, y ella sin dudarle respondió que flores frescas.

Otra “Clarisse” a la que le chiflan las flores es a Clarisa, de Las horas. A fin de cuentas; La señora Daloway dijo que compraría las flores ella misma.


La camiseta blanca de Marlon Brando



Esta imagen podría ser perfectamente un anuncio de perfume


Si hay una prenda que se pueda considerar como un clásico del armario de un hombre es la camiseta blanca. Yo personalmente sólo tengo una y prefiero las negras, grises o azules. 
Si hay alguien que nos enseñó a llevarla fue Marlon Brando en Un tranvía llamado deseo, aunque claro, no todos somos como Marlon, de hecho, pocos saben ponérsela como Stanley Kowalski

La más clásica dentro de las clásicas es la de cuello redondo con mangas. Cuidado con la talla; hay una linea muy fina entre "entallado" y "marcando barriga". Con una sudadera, con camisa abierta y un par de tallas más grandes en rollo hipster. Cuesta hacerlo mal. 

Cuando el cuello es en pico, sólo un consejo: que tu escote no sea mayor que el de la mujer que te acompaña. Y aunque los hombres lobos esten de moda, lo siento, no es momento de ir en plan pecholobo. Alcide (vease abajo) puede hacerlo, pero claro, el es un hombre lobo de verdad.

Con una camiseta de tirantes deberían salirte unos avisos en neón diciendo ¡Peligro!. Salvo que la lleves como ropa interior, corres el riesgo de que a) confundan tu sexualidad o b)te pidan una bombona de butano. 



Marlon se atreve con todo, hasta con los tirantes


Y voici Alcide, de True Blood. 

Los zapatos de Sisi y la microeconomía

Zapatos de tacon

Elisabeth, emperatriz de Austria-Hungría


Espero, no obstante, que los vestidos me sienten bien; son tantos que han de durarme, según creo, mucho tiempo: diecisiete de gala y ceremonia, cuatro de baile, catorce de seda para el frío y diecinueve de verano… Y los miriñaques, los corsés, las camisas, las medias, las enaguas, los calzones, los peinadores, los guantes, los sombreros, los tocados, las sombrillas… Y los zapatos. ¡Ah los zapatos! Debe de haber por lo menos treinta pares, aunque me temo que servirán para poco, pues me han dicho que sólo puedo llevarlos una vez. Luego, habré de regalárselos a las doncellas. ¡Qué estúpida costumbre!

Reconozco que en un principio esta costumbre de regalar los zapatos me pareció una estupidez pero ruego recordé una clase de microeconomía en la cual nos explicaron el denominado Efecto multiplicador, por el cual cualquier dinero que el gobierno ponga en movimiento multiplica el flujo de capital.

Por lo que (simplificado muchísimo) si Sisi pago 100 coronas por un par de zapatos, el zapatero guardaría digamos 20 coronas y con el resto pagaría al proveedor de cueros, quién a su vez, de esas 80 coronas, usaría 60 para saldar cuentas. 
En resumen: 80+60=140 lo que hace que aunque sólo sean 100 coronas, su efecto sea el de 140.
En realidad existe una ecuación que lo explica mejor, si a alguien le interesa saber más sobre el efecto multiplicador que no dude en preguntarme. 

Napoleón también sabía algo de economía.

El Financial Times, complemento perfecto para el hombre

Patrick Grant


Les gusta Irlanda por que se trata de un lugar que ayude a olvidar los problemas mundanos, lo cual se consigue mediante la constante visión del verde más radiante, al mismo tiempo que se consigue  una adecuada cobertura para el teléfono móvil y el Financial Times del día: un complemento masculino que siempre denota un cierto interés por los asuntos realmente importantes.
Llevar sus páginas salmón bajo el brazo dice sutilmente “oh, bien por mi intelecto o por mi carrera me resulta imprescindible conocer las cotizaciones”, lo que a su vez indica siempre una cierta condescendencia con respecto a los demás. 

El hombre de la foto es Patrick Grant, dueño de la sastrería Norton&Sons con tienda en el nº 13 de Savile Row Londres. Más información haciendo click en su nombre.

La sombrerería de Agatha Christie

Mujer con sombrero en blanco y negro


Agatha Christie - La muerte de Lord Edgware

- Sí – dijo -, ya lo comprendo. Creo que tiene usted razón al suponer que fue Carlota quien se presentó en casa de lord Edgware. Y lo creo porque ayer estuvo en mi tienda para comprarse un nuevo sombrero.
- ¿Un nuevo sombrero?
- Sí, me dijo que quería un sombrero que le tapase el lado izquierdo de la cara.
Debo dar ahora algunas explicaciones referentes a los sombreros; el cloche, que ocultaba el rostro tan por completo, que le era a uno difícil reconocer a una amiga; otro de los modelos en boga, era uno que se colocaba en equilibrio, inverosímilmente ladeado; se usaba también la boina, entre varios más, “June”, el sombrero que hacía furor, era algo así como un plato sopero invertido. Aquel sombrero, llamémosle así, puede decirse que iba colgado de una oreja, dejando uno de los lados del rostro completamente descubierto.
- Esos sombreros se llevan corrientemente al lado derecho, ¿verdad? – preguntó Poirot.
La sombrerera asintió.
- Sin embargo – añadió -. Hacemos algunos para llevarlos al izquierdo, pues hay quien prefiere más el perfil izquierdo que el derecho, o que se peina siempre de la misma manera. Ahora bien, para que Carlota desease que ese lado de la cara quedase cubierto, tendría sus razones. 

El color azul marino

Marineros


Ya he hablado anteriormente de uniformes, pero es un tema del que siempre me gusta hablar. 
Cuando era pequeño iba a un colegio en el que el uniforme era obligatorio. No teníamos americanas como los anglosajones pero por lo demás era muy parecido. 
Consistía en unos pantalones azules marino, una camisa blanca y un jersey también azul marino. Muy simple. 
Durante bastantes años odié el color azúl marino porque me recordaba demasiado a mi época con uniforme, pero por alguna razón, hace unos años algo cambió en mi cabeza y ese color compone el 70% de mi armario. Es tan sencillo, agradable y seguro que no me interesa pasar a ningún otro color. 

Dolce&Gabbana y los secretos de los perfumistas

Dolce&Gabbana D&G fragances

Inglaterra Inglaterra - Julian Barnes


Los secretos de los grandes parfumiers siempre se guardaban celosamente, como puede que usted sepa. Transmitidos de hombre a chico en ceremonias secretas, cifrados en código si alguna vez se ponían por escrito. Figúrese, un cambio de moda, un eslabón roto en la cadena, una muerte prematura, y se pierden, se desvanecen en el aire. Es la catástrofe que nadie advierte. Leemos el pasado, oímos su música, vemos sus imágenes gráficas, pero nuestro olfato no se despierta. Piense en la ventaja que para un estudiante representaría sacar el corcho de un frasco y decir: Versalles olía así, Vauxhall Gardens asá.

¿Se acuerda de los artículos de prensa sobre el hallazgo de Grasse hace dos años? – Jeff, obviamente, no se acordaba-. ¿Del libro de mezclas en la chimenea atascada? Tan romántico que parece que casi era increíble. Una lista cifrada con los componentes y las proporciones de numerosos aromas olvidados. Cada una de las fórmulas se identificaba por una letra griega que correspondía a un libro de pedidos ya existente en el museo local. Indiscutiblemente se trataba de la misma mano. O sea que esto, esto – Ladeó el cuello en dirección a Jeff – es Petersburgo, usado por última vez por un aristócrata en la corte del zar hace dos siglos. 

Emocionante, ¿no? – A la vista de que Jeff no mostraba el menor signo de emoción, el Dr. Max le auxilió mediante una comparación-. Es como lo de esos científicos que clonan animales perdidos para el planeta durante miles de años.

- Dr. Max – dijo Jeff -. Eso suyo huele  a animal clonado

-------------------------------------------

¿Cómo sería poder oler perfumes que ya no existen? Yo tengo claro que habría muchos que no nos gustarían; demasiado fuertes, demasiado vastos, demasiado antiguos. 
Aunque reconozco que me gustaría poder oler el primer Chanel nº5 y no la versión que venden ahora. 

El pintalabios



El día se presentaba gris. 
Cielo gris, acera gris, un traje gris. Ni siquiera el hecho de que fuera viernes parecía ser suficiente para alegrar las siete de la mañana.
Mientras bajaba en el ascensor abrió el bolso y sacó una barra de pintalabios. Sólo eso necesitaba, un ligero toque en los labios. 
Una ligera sonrisa se posó en su boca.  No estaba mal, al menos era un inicio.

El armario de Pareto



Mujer con bolso

¿Cómo se pueden aplicar las matemáticas a la moda? Ya lo hice una vez y aquí vuelvo. 

El principio de Pareto nos dice que la sociedad siempre se divide en dos grupos con proporciones de 80-20. El ejemplo más habitual suele ser el siguiente:

"El 80% del dinero del mundo está en posesión del 20% de la población"

Pero también podríamos decir que el 80% del dinero invertido en nuestra ropa se concentra en el 20% de las prendas.

O que el  80% por ciento de la gente sólo usa el 20% de su ropa.

Y  en mi caso, que el 80% de mi ropa tiene el 20% de todos los colores. 

Las matemáticas tambien están en todas partes

Picasso en Vogue


El simple hecho de que a alguien se le haya ocurrido combinar un Vogue con Picasso, no hace más que demostrarme más si cabe, que aquello de que la moda está en todas partes es muy cierto. 
Y de la misma manera podemos decir que todas las artes están en cierta medida relacionadas. A fin de cuentas todas son artes, ¿no?

Diana Vreeland: The eye has to travel


Descubrí recorriendo la página de trailers de Apple que van a sacar un documental sobre la gran y única Diana Vreeland, con un título tan sugerente como The eye has to travel, o el ojo quiere viajar.

¿Qué se puede decir de esta gran mujer que no se haya dicho ya? Como de costumbre con éstas cosas, tendré que esperar a que lo emitan en Canal+, aunque como diría Maggie Smith: Never mistake a wish for a certainty.

La tía Mame y el vestido rojo

La tía Mame y el vestido rojo

Aprovecho esta frase del libro de La tía Mame para experimentar un poco con Polyvore.

La tía Mame - Patrick Dennis

La señorita Gooch atravesó despacio la habitación con su combinación blanca y sus zapatos ortopédicos y volvió con un auténtico cargamento de rutilantes vestidos de noche -. ¡Deja el rojo ahora mismo, Agnes! - dijo la tía Mame desde las profundidades de su kleenex -. Eres tú la que tienes que llevar el vestido, y no él a ti. No, querida, con el de color lima parece que tengas ictericia. Creo que será mejor que vayas de negro, con eso nunca te equivocas.

Daphne Guinnes y el auténtico lujo

Daphne Guiness


Y cuanta razón demuestra tener Daphne Guinness. ¿Cuántas veces nos vemos obligados a tragarnos nuestra forma de ser, nuestras preferencias más de lo que nos exigen los buenos modales?

Conozco a un chico, que por motivos que no vienen al caso,  debe comportarse como un Pelayo de la vida, cuando en realidad, el preferiría unos mocasines y un simple polo. 

Admitidlo, lo primero que a uno se le ocurre es exactamente lo opuesto. 

Guía para escalar socialmente II

Dibujo de mujer elegante con estola

De esta guía para escalar socialmente (o Social Climber's Guide to Manhattan) hay otro consejo que tampoco tiene desperdicio.


"Comunícate mediante tu armario. Los zapatos son una señal de estilo así que invierte a lo grande (Manolo Blahnik, Patrick Cox, Stephane Kelian, Casedi, Bruno Magli, Chanel). Lleva un perfume elegante y un pañuelo de seda vintage de cierto nivel (La santísima trinidad: Gucci, Pucci o Fiorucci) y tendrás la imagen correcta de una persona de mundo con ese aire de - falsa - despreocupación tan chic"


No hace falta tomárselo en serio, o sí, quién sabe. 

Guía para escalar socialmente I

Guía para escalar socialmente o (Social Climber's Guide to Manhattan) es, como su propio nombre indica una guía con consejos para convertirte en una it girl (o boy) especialmente dirigido a un público de Manhattan, aunque es muy probable que algunos de los consejos también funcionen fuera de Nueva York.


La encontré el otro día haciendo limpieza aunque no tengo muy claro de dónde salió. A decir verdad, nunca me ha preocupado mucho el ser popular, y no hay nada peor que intertarlo desesperadamente. 


Mi duda sobre esta guía es si está escrita en serio o más bien como algún tipo de parodia. Espero que sea lo segundo aunque probablemente sea lo primero. 


Aquí va uno para mujeres, aunque si incluyes la palabra "reunión" y quitas las lágrimas puede servir para un hombre:


Bette Davis tomando una copa


"Saca el teléfono móvil en algún Bar elegante o à la mode, y haciendo como que hablas quéjate con algo del estilo de: No pienso volar a Copenhagen, acabó de llegar y todavía no me he recuperado del puñetero Jet Lag. No soy una máquina ¿sabes? soy humano.  Entonces es el momento de derramar unas cuantas lágrimas, sin parecer algún tipo de desequilibrada. Voila, ya eres la nueva/o chica/o misterioso.
P.D. Asegúrate de que nadie te llame mientras haces la escena. "

Fidelidad a las marcas

Decía un profesor mío de marketing que las personas somos más fieles a una marca o un producto que a nuestra pareja. Supongo que depende de la pareja y del producto aunque con el tiempo he visto que tenía más razón de la creía.


Polos de Lacoste de colores


Un conocido mio por ejemplo es completamente fiel a los polos de Lacoste. Los tiene prácticamente en todos los colores y raro es el día en el que no lleva uno. De hecho, de mayo a septiembre es prácticamente imposible verle con otra prenda.


Pintauñas rosa de Chanel


Otra amiga sólo compra cosméticos de Chanel, y tras acompañarla una vez a Sephota puedo decir que se gasta una buena cantidad de dinero. Eso si, luego recorta yendo a Zara. Pintauñas, base y otros productos de los que, como buen hombre, desconozco su utilidad.


Anuncio Polo Blue Ralph Lauren deportes

En cuanto a mí, como ya he dicho alguna vez, soy 100% fiel al perfume Polo Blue de Ralph Lauren. Me encanta, me siento a gusto y sólo de pensar en buscar otro me da pereza.


Si, supongo que todos somos fieles, aunque sea a una marca. 

Sobre la elegancia y la edad

Señora en blanco y negro con cardado enorme

Ayer en el XL Semanal había un reportaje sobre el blog Advanced Style y su particular visión del estilo a partir de los 70. 



Opino que se trata de una edad muy complicada, y lo que a el le parece estiloso a mi me parece extravagante, a veces incluso ridículo. Ocurre con estas mujeres lo mismo que con muchas veinteañeras, que  al hacer tanto esfuerzo por ser diferentes, por destacar y por tener un estilo personal, terminan pareciendo disfrazadas. 


Siempre he sido defensor de mantener un estilo personal autentico y no dejarse llevar por las modas o por las ganas de epatar, no obstante, también es necesario entender cual es tu edad y comportarte de acuerdo a ella: tan ridículo es ver un viejo con bermudas y camiseta de tiras como a un chico joven con traje y bombín. 


Y es que en mi familia, el mejor cumplido para una mujer mayor de 70 es decir:
- ¡Es toda una señora!


Joan Collins con cardado y brillantes

Las tres hermanas

Reina Victoria Eugenia

- Mi padre es muy monárquico- dijo ella sacando un cigarro.
Agachó un poco la cabeza para encenderlo y un mechón oscuro cayó sobre su cara. 
- No tienes más que mirar mi nombre y el de mis hermanas - Continuó echando el humo -. Yo me llamo Maria Cristina, mi hermana mayor Isabel y la mediana Victoria Eugenia. Todo nombres de reinas. Mi tocaya se casó con Alfonso XII, Victoria Eugenia con Alfonso XIII e Isabel por Isabel II de Inglaterra. 
- Podría ser una casualidad - dije yo inocentemente. 
- Sí, podría, pero no lo es. Veras, en aquellos momentos a solas padre e hija (y mi padre siempre intentaba tenerlos) nos llamaba con apodos cariñosos: Yo era Crista, y mis hermanas Lilibeth y Ena. Simples apodos ¿no? Pues resulta que al crecer descubrimos que esos eran los apodos por los que se les llamaba a esas reinas en la intimidad. 
- Vaya, tu padre es todo un romántico. 
- Sí que lo es. Fíjate que cuando me ponía cabezota me cantaba aquello de: "María Cristina me quiero dominar, y yo le sigo le sigo la corriente... " Casualidades de la vida, su madre se llamaba Isabel y su tía Margarita. Estoy seguro de que le hubiera encantado tener dos hijas llamadas así.
- ¿Y por qué no lo hizo?
- Oh bueno - Dijo dando una calada -. La princesa Margarita no le caía muy bien, y su tía creo que aún menos...

Isabel II Windsor

Reina Victoria Eugenia


Una buena botella de champagne

Botellas de champan


Soy el tipo de persona que escarba entre los saldos de unos grandes almacenes pero que luego se abre una buena botella de champagne para probarse lo que ha comprado.


Helen Mirren


Son para mí éste tipo de deliciosas excentricidades las que demuestran elegancia y Joie de vivre.

Sobre la intransigencia

Comentaba con Maribel de Anglo-Francofilia los dos tipos de intransigentes que hay (con respecto al post de La conjura de los necios) y para tratar de hacerlo entender, tomo una frase del genial libro "Una lectora nada común"


Pero para ella el nombre de la gente era indiferente, como todo lo demás, por otra parte: la ropa, la voz, la clase social. Era una demócrata auténtica, quizá la única que había en el país. 


Lo que trato de decir es que algunos somos intransigentes sí, pero sabemos que tenemos que tolerar. Y al no hacer diferencias entre aquello que no aprobamos (ropa, educación etc) y meterlo en el mismo saco, acabamos por ser tolerantes con cualquier cosa que nos echen. 

La costura de las medias y los detalles de una época

Marilyn Monroe  | Con faldas y a lo loco


Me gusta leer libros de historia y novelas históricas. Me gustan especialmente esos pequeños detalles que hacen que esos libros sean algo más que nombres y fechas. Por ejemplo, la anécdota de que en los años 30 y 40, cuando se hizo imposible conseguir medias las mujeres solía pintarse la costura en la pierna para que pareciera que llevaban medias. 

Marilyn Monroe  | Con faldas y a lo loco


También recuerdo la obsesión de Anne Shirley, de la serie de libros Ana la de tejas verdes, por las mangas de farol (cuanto más grandes mejor)
Y me pregunto, dentro de cien años ¿cuáles serán los detalles que harán sonreír a los que lean sobre nuestra época? ¿Los pitillos? ¿Las uñas con dibujos? ¿Los vaqueros recortados para pantalón corto?

Ignatius y su sentido de la moda

Ilustración de un zorro

En la sombra [...] Ignatius J. Reilly miraba a las demás personas que esperaban bajo el reloj junto a los grandes almacenes D. H. Holmes, estudiando a la multitud en busca de signos de mal gusto en el vestir. Ignatius percibió que algunos atuendos eran lo bastante nuevos y lo bastante caros como para ser considerados sin duda ofensas al buen gusto y la decencia. La posesión de algo nuevo o caro sólo reflejaba la falta de teología y de geometría de una persona. Podía proyectar incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.


La conjura de los necios - John Kennedy Toole


Una vez un amigo me dijo que me parecía a Ignatius. El me lo dijo como un cumplido aunque cueste entenderlo. 

Un oficio particular

Isabel II con bolsas

Tenía él uno de los trabajos más interesantes que he conocido. Se dedicaba a vender antigüedades de lujo: Pañuelos de Hermès de los 40, baúles de Louis Vuitton de los 30 y joyas de las 20. Tenía sus contactos que le suministraban productos, tipos extraños, más propios de una carnicería o un pub que de tratar con los mejores cueros y sedas del siglo.

Luego él, después de estudiarlos y asegurarse de su autenticidad, los adquiría y se los ofrecía al mejor postor. A menudo a casas de subastas especializadas (pues Christies no acepta productos de un valor inferior a 1000 libras) , a veces a alguna lady de Kengsinton o Knighstbride, y excepcionalmente a alguna fashionista nueva rica oriental. Aunque estas últimas, no solían apreciar el valor de las antigüedades, especialmente cuando podían comprarse algo nuevo que resultaba más barato.

Cuando yo le conocí llevaba algún tiempo guardando un elegante baúl de Louis Vuitton de cuando los viajes se hacían en condiciones, existían mozos para llevar el equipaje, y el cajón para los pañuelos de caballero era algo sencillamente  indispensable. A causa de su tamaño resultaba algo difícil de vender. A él no le preocupaban tonterías tales como encontrar un buen hogar para aquellas joyas. Sus fines eran puramente comerciales. Por supuesto su corazón no hubiese resistido ver un carré como trapo para fregar pero sin llegar a esos extremos, cualquiera que apreciara su valor, y más importante aún, estaba dispuesto a pagar el precio, era suficientemente digno.

A veces se daba el caso de que las transacciones se realizaban a la inversa: clientes le pedían que adquiriera discretamente un broche de diamantes y ópalos o le buscara un Birkin burdeos de los 80. Tales casos solían ser más raros y era habitual que rechazara esos trabajos más detectivescos y optar por servicios más simples. 

<>

Y no me cae bien la Duquesa de Windsor, que quede claro. 

Wallis Simpson LV

Una hermosa forma de educación

being well dressed is a beautiful form of politeness

Y es que es algo que la gente olvida por completo. Especialmente en lo que se refiere al trabajo. Por supuesto que puedes hacer el mismo trabajo en pantalones cortos y camiseta, como también podrías hacerlo en calzoncillos o en pijama.
Pero vestir bien demuestra respeto hacia los demás, como sí dijeran: Oh si, te respeto, por eso me esfuerzo en ofrecerte mi mejor aspecto. 
Lo que me lleva a otra cuestión:
¿Por qué con la excusa de la confianza uno se transforma en un dejado? Es precisamente para la gente que queremos para quienes deberíamos tratar de vestirnos mejor. Porque son los que nos ven todos los días. 
El narcisismo es egoísta, la educación generosa.

Otro tipo de Estilo de vida


chico bajo la nieve con mochila

Con la que está cayendo, uno no oye más que hablar de que la culpa de todo la tiene que el consumismo, y esa necesidad de poseer por el hecho de poseer, comprar por el placer de comprar.
Pero yo no estoy del todo de acuerdo. Por lo menos no viendo a aquellos que me rodean.

- En nuestro caso eso no es cierto – Diría una amiga mía -. A nosotros nos han educado con mentalidad de postguerra: que no sobre nada, ahorra todo lo que puedos, compra lo mejor y hazlo durar.

Y cada vez me doy más cuenta de la razón que tiene. Nos gusta vestir bien sí, nos gusta ir “a la moda”  pero no por ello somos como esas personas que compran ropa cada semana. No lo necesitamos, no tenemos llenos los armarios, cajones y baldas de nuestras casas.

Algo parecido me decía otro amigo: 
- Desde que viajo tanto, cada vez tengo menos ropa y  más sencilla: vaqueros, camisetas lisas y camisas. Y también tengo menos objetos, el kindle y el ordenador es todo lo que necesito. Aquello que me quepa en una simple mochila.


Así que como veis, por A o por B existe un grupo de irreductibles jóvenes que no necesariamente consumimos en exceso, o entramos dentro de lo que la gente piensa de nosotros.

Surfer con tabla de surf | Longboard


Vincent Cassel - El hombre

Vincent Cassel

Decía una amiga sobre Vincent Cassel que "prefiero a Vincent Cassel a casi todo el mundo. Es elegante, esbelto, simpático, educado, interesante etc... pero no es guapo. No encaja en un patrón de belleza y sus rasgos ni siquiera son hermosos. Simplemente en él resultan. Es el hombre. El Hombre"


Vincent Cassel jersey de cuello vuelto cisne


Y yo creo que ahí radica su atractivo, en que no es guapo. Es efectivo, atractivo, tiene glamour, pero en el sentido original de la palabra (belleza mágica o ficticia de un objeto o persona, también brillo falso) como recordaba Carmen Posadas hace unas semanas.


Vicent (perdonen la confianza) tiene esa belleza ficticia que hace que olvides que no es guapo. Es de esa clase de hombres que normalmente no suelen caer bien a otros hombres. 
De esa clase de hombres que es capaz de robarte a la chica delante tuyo y sin que te des cuenta. 
Vincent Cassel fumando

Truhan pero adversario digno. 
No un amigo íntimo pero si uno leal.
No del todo agradable pero honesto.

Es la clase de hombre  que, inconscientemente, la mayoría de los hombres quieren ser


Vincent Cassel sexy



De viajes

Orient Express
Ya no es posible viajar como antes. No me malinterpretéis, no es cuestión de snobismo. No pienso mencionar aquellos que viajan en avión vestidos para un safari o los que aplauden al aterrizar.
Es que después de coger más aviones en dos semanas de lo que me hubiese gustado, he acabado harto de los check-in, controles de seguridad y aeropuertos inmensos. Por ciertas unas pocas cosas.

Uno comienza a echar de menos los salones de espera, el vagón de recreo o de fumar, los mozos que se encargaban de llevar el equipaje, o la ausencia de controles de seguridad, como se ve en Eva al desnudo.

No es que quiera que las cosas vuelvan a como eran antes, cuando los trabajadores no tenían derecho a vacaciones pagadas, es sólo que opino que en aquella época (cuando existían conjuntos de viaje) aquellos que podían viajar, lo hacían mucho mejor.
Ahora el que quiere viajar a gusto, debe tener dinero. Y a menudo, ni con esas. 

Elisabeth II

Té en Tiffany's

Leo en una revista que en el hotel Park-Hyatt de Paris preparan un "tea party" junto con Tiffany's en las que venden nos pastelitos con forma de cajita de la tienda.
Y yo no dejo de pensar en ese capítulo de los simpsons en el que Homer espía a Apu, que entra en Tiffany's y piensa que va a comprarle una joya a su esposa pero sale con un croissant. ¡Es verdad! Ahora también venden desayunos en Tiffany's, piensa.
¿Una buena idea de negocio? Pon un carrito con café para llevar y bollería delante de la tienda y bam, ya estás haciendo dinero.

De complementos (Paraguas)

A veces da la sensación de que los únicos complementos que cuentan son los bolsos, los pañuelos o las pajaritas imposibles. Nada más lejos de la realidad. ¿Por qué no invertir en un buen paraguas? Un hombre de bien (o mujer) no debería llevar uno de esos mini paraguas plegables de los chinos. No hay nada más elegante que llevar un buen paraguas colgado del brazo. 

Paraguas mango de loro Mary Poppins
Puede tener una cabeza de loro como mango

Paraguas de Archer Adams
O puede ser uno de estos estupendos paraguas de Archer Adams (a tiro de piedra de Paddington)

Lo que queda claro es que un buen paraguas hace caballero. Y si no que se lo pregunte a Mycroft.


Mycroft Holmes umbrella



Mycroft Holmes umbrella

La infancia

Dibujo niña leyendo Vogue
Siempre me han fascinado los orígenes de ciertas personas del mundillo: las tías inventadas de Chanel o la cantidad de leyendas sobre la infancia de Lagerfeld (una por cada vez que abre la boca), y es que parece, según ciertos blogs de moda o ego blogs por los que me paso de vez en cuando, que hay una gran cantidad de hombres y mujeres a quienes en su más tierna infancia leían Vogue en lugar de a los hermanos Grimm. 

Personas que debían tener las madres más glamurosas y modernas de su época y olvidando que lo 70 y los 80 fueron malas décadas en lo que a moda de calle se refiere.
Pretender dar una imagen, mezcla entre infancia inglesa junto al fuego y madres embajadoras con vestido largo. Y ellos embobados claro.

Yo sólo puedo decir que si la moda me interesa (al igual que el cine, la literatura, la botánica o que se yo) doy fe de que cuando era pequeño, me preocupaba más por la game boy, mi kimono de judo y cualquier palo que me encontrara por la calle (¿alguien me puedo explicar esa fascinación de los chicos por los palos de madera?) que por las revistas de mi madre.