La valentía del hombre


“El hombre ha de ser valiente”

Pero no hay que olvidar que existe una línea muy fina entre la valentía y la estupidez. Vestirse como un payaso no es sinónimo de valentía. A las tendencias hay que tratarles como a los animales de carga. Hay que darles latigazos, maltratarlos y agotarlos hasta que solo hacen lo que uno quiere.

Las tendencias hay que cogerlas siempre con pinzas, con cierto cautela, y no dejarse llevar por el capricho de algunos diseñadores.


Lo último, si, pero solo si encaja con la personalidad.


Lo extravagante, si, pero en pequeñas dosis, solo en un sitio.


Un moderno poco arriesgado, es el moderno más adecuado.