Something Stupid

Este disco de Frank Sinatra es uno de mis bienes más preciados. No soy un gran fan de Sinatra. Me gusta como canta y las canciones que elegían pero no me gusta esa súper masculinidad a lo GQ (Ya me entendéis). Tampoco soy un defensor snob del LP. Sin embargo, la canción Something Stupid, es una de mis favoritas. No puedo escucharla sin que aflore mi vena sensible. Este disco en concreto, tiene aún más valor para mí por que perteneció a mi abuelo. Suficientes razones para guardarlo como oro en paño.
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Ce disque de Frank Sinatra est une de mes possessions le plus précieuse. Je suis pas un gran fan de Sinatra. Je n'aime pas son attitude si "macho". Je ne défendre pas non plus la supremancie du vinile sur le CD. Pourtant, j'adore la chanson Something Stupid. J'avoue qu'elle me touche la corde sensible. Ce disc en concret, est plus precieux parce-que il appartenait à mon grand-père. Assez raisons pour le garde.
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This Frank Sinatra disc is one of my most precious commodities. . I’m not a huge Sinatra fan. I like the way he sings and the songs he choses, but I don’t like his ultra-masculin way of behaving. I just love Something Stupid. It really is one of my favourite songs ever. Always I hear it, I feel something. Despite this, this disc belonged to my grandfather. Enough reasons to keep it like a treasure.


The Aspern Papers

"You mean that she always wears something? She does it to preserve them."

"Because they are so fine?"

"Oh, today, today!" And Miss Tita shook her head, speaking very low. "But they used to be magnificent!"

"Yes indeed, we have Aspern's word for that." And as I looked again at the old woman's wrappings I could imagine that she had not wished to allow people a reason to say that the great poet had overdone it.

The Aspern Papers, Henry James
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- ¿Se refiere al hecho de que siempre usa algo sobre los ojos? - inquirió Miss Tina -. Lo hace para preservarlos.

- ¿Por que son muy bellos?

- ¡Oh, ahora ya no...! Ya no... - negó tristemente con la cabeza; y concluyó en voz muy baja-: Pero fueron maravillosos.

- Estoy seguro. Tenemos el testimonio de Aspern. Cuando volví a mirar las viejas tocas de la anciana creí comprender sus razones: no quería que nadie pudiera sospechar que el poeta había exagerado su belleza.

Los papeles de Aspern, Henry James

Meet Mr. Banks

Os presento al Señor Banks. Hombre recto, marido y padre.
Después de un duro día de trabajo en la City, le gusta llegar a casa. Entrega su bombín, guantes y paraguas a la doncella y da un beso a su mujer.

Para sentirse cómodo en su casa blanca de barrio residencial londinense, sencillamente cambia su traje por un batín rojo, pero mantiene su camisa y corbata siempre.


Al señor Banks le gusta la puntualidad, la respetabilidad y la sensatez para todo. Incluso para vestir. No le gusta la ostentación, prefiere la sencilla elegancia de la discreción. “Noblesse oblige” que diría él.

Lo que no quiere decir que renuncie a pequeños placeres como un clavel rojo en el ojal. Le gusta el contraste. Es alegre sin resultar indecente.

Incluso desayuna en traje. No es adecuado de un hombre de su categoría presentarse desarreglado.

Lo que se denominaría WASP (White anglo-saxon protestant) Si no fuera por que el es anglicano y fiel al Rey Eduardo.

Trabaja en un importante banco de la City donde sus superiores son igual de rectos, puntuales y sensatos. Les une su uniforme.

Pero a veces, un traje negro no es más que una sombra en la noche. De noche, todos los gatos son pardos ¿no?

Sus superiores consideran que un hombre sin bombín…


Sin clavel y sin paraguas no es el mismo hombre. Y es muy posible que estén en lo cierto.


Un hombre no es el mismo. Puede ser distinto, cambiar de actitud. Porque con solo dos peniques se puede arreglar una cometa.


E igualmente, la ropa, nos hace ser de una manera a otra. Después de todo. No se puede volar una cometa con el cuello almidonado.



Es una lástima que hoy en día no se tenga en tan buena estima la apariencia regia.

Mais... c'est interdit!


Tout le monde connaient la relation qu'existait entre Hubert de Givenchy, le couturier et Audrey Hepburn, l'actrice. De nos jours, les couturiers changent de "muse" très facilement, c'est jolie voir que son amitié a durée.

Givenchy a dessiné les robes qu'elle portait dans ses films, aujourd'hui super connues. Mais il a dessiné en plus un parfum en exclusive pour elle. Aujourd'hui avec de l'argent tout le monde peut avoir un parfum personnalisé m'as à l'époque c'était incroyable.
Après 2 ans! d'éxclusivité, Givenchy a decidé commercialiser le parfum et il a écrit une lettre a son amie, et on dit qu'elle a respondu: Mais... c'est interdit!

Je aussi lu que le parfum avec ce nom qu'on peut acheter aujourd'hui ne garde pas aucune relation avec l'ancien. Seulement... le nom.

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Por todos es conocida la íntima amistad que existió entre el modisto Hubert de Givenchy y la actriz Audrey Hepburn. En esta época en la que los diseñadores cambian de "musa" con la misma facilidad que de camisa, es muy dulce comprobar que su amistad duró hasta la vejez de ambos.

Givenchy no solo diseño los ya famosos vestidos que Audrey vestía en sus peliculas (¿famosos por el diseño o por la modelo? ) tambien le creó un perfume a su medida. Hoy en día, que cualquiera con dinero puede hacerse un perfume personalizado puede no resultar tan exclusivo como en la época.

Hay que decir que Audrey Hepburn, a mi modo de ver, es un claro ejemplo de hasta que punto afecta la forma de vestir. En sus multiples biografias se dice que exigia que sus vestidos fueran diseñados por Givenchy. Le hacían sentirse segura.
Pero volviendo al perfume (de Audrey ya hay mucho escrito), tras ¡dos años! de exclusividad (se dice pronto) Hubert le dijo a su amiga que iba a comercializar el perfume, y cuenta la leyenda que ella le respondió: Mais... c'est interdit!

Y de ahí proviene el nombre del perfume L'interdit. El cual, por lo que he leido, no se parece nada al comercializado en la época. Lo único que comparten ambos es... el nombre.



Dior

Ce génie léger propre à notre temps dont le nom magique comporte celui de Dieu et or.
Jean Cocteau.

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Cómo no ser el mesías de la moda con este nombre tan mágico que que mezcla el de Dios con el del oro.
Jean Cocteau

Tweed&Jeans


Je voudrais vous presenter une combinaison que j'aime bien. Je la trouve clasique mais sport au même temp.
Melanger une veste de tweed avec de jeans c'est pas trop compliqué; néanmoins, je la vois pas trop souvent. Quand on a besoin d'une veste on oublie la lanne.
Pour un jeune homme c'est pas necessaire porter aussi un pantalon en laine, c'est suffit avec les veste et les jeans.
C'est
curieux qu'en cherchant de photos, j'ai eu du mal a trouver du tweed chatain. On l'associe peut-être avec l'image de prof d'université americaine?
¡L'homme dois reconquérir le tweed! C'était pas Chanel qui l'a inventé....

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Con este post quería presentaros una combinacion muy de mi gusto. La considero clásica pero juvenil, sport, que se dice ahora.
La convinación de una chaqueta de tweed con unos vaqueros puede parecer sencilla; pero por alguna razón, no la suelo ver demasiado. Cuando hay necesidad de usar americana, parece ser que la gente se inclina más bien por una de otro tejido más fino y se olvidan de la lana.
No creo que haya necesidad de vestir de pies a cabeza de tweed, como se hacía y aun se hace en Reino Unido, aunque no lo descarto para alguna ocasión que lo requiera. Solo digo que una americana de tweed con unos vaqueros decentes puede sacar de más de un apuro.
Me ha llamado la atención que, buscando fotografías para el post, me ha costado mucho encontrar convinaciones de tweed marrón y vaqueros, todas era de tweed gris. Con lo bonito que queda un tweed marrón. ¿Será que lo relacionan con la imagen de profesor universitario con coderas de cuero? En cualquier caso lo encuentro una muy buena mezcla de tejidos y colores.
¡El hombre debe volver al tweed! Después de todo, no lo invento Chanel, aunque algunos así lo crean...
P.D. Reivindico el uso de la palabra "vaquero" sobre el anglicismo "jeans". Usar una palabra extranjera cuando ya existe una en castellano me resulta muy pedante. Justo apruebo la denominación "denim"


Tweed gris con camisa, corbata y un jersey de pico.
El clasicismo queda rebajado con el vaquero
The Sartorialist, no estoy seguro de que la americana sea de tweed,
pero os haceis a la idea. Sencilla camisa azul, corbata (siempre) y zapatillas.
Ya sean zapatillas o zapatos, al contario que el modelo, que sean del mismo color de la americana


Cambia la pajarita por la corbata. Si dicen que la corbata va a morir, la pajarita ni te cuento.
Combinación de colores perfecta. Tweed marrón claro, camisa blanca, vaqueros y zapato marrón.



Not always nice things

J'ai un marrant souvenir de quand j'avais 7 ans: je ne sais pas pourquoi mais mon pêre m'a parlé de Coco Chanel. J'aimerais bien savoir pourquoi un adulte parle de mademoiselle à un gosse.

Je me rappele seulement qu'il m'a dit que, mème quand elle était vielle, el se maquilla et se peignit les levres beacoup. Il a laissé bien claire que ça, n'était pas bien.

L'histoire m'est revenu après avoir lu une interview avec Beatrice D'orleans. Voici-le:

Moi, je trouvais mademoiselle pas belle, avec les levres rouges et ses lunettes énormes. Il faut considerer qu'à l'époque, elle n'était pas si connue, c'était avec le temp qu'elle est devenu un icône et ses dessins indispensables.

C'est pas vrai qu'on a tendance à porter aux nues nos héros et on oublie ses defauts?

Il faut penser que, un defaut exalte les qualités. Et defois, un defaut peut montre plus qu'une qualité. Sur tout en mode.


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Tengo un recuerdo curioso de cuando yo debia de tener unos 7 años: no se a santo de qué, mi padre me habló de Coco Chanel.
Me gustaría saber en qué estaba pensando para hablarle a un criajo de mademoiselle.
La cuestion es que, lo único que recuerdo es que me dijo que Coco chanel , hasta cuando ya era una anciana, se envadurnaba la cara de maquillaje y se pintaba los labios más de lo necesario. Dejó claro que eso era algo reprochable.

No había vuelto a pensar en ello hasta que el otro día abri un vogue españa en el que entrevistaban a beatriz d'orleans, y comentaba lo siguiente:

A mí, mademoiselle me parecía fea, con labios rojos y enormes gafas. Ten en cuenta que en esa época no era tan conocida, fue con el paso del tiempo cuando se volvió un icono y sus diseños se volvieron imprescindibles.

¿No es cierto que, a veces, tenemos tendencia a ensalzar tanto a nuestros heroes que olvidamos sus defectos?

Un defecto no es necesariamente malo, no hay virtudes sin ellos. Igual que no hay derechos sin obligaciones.

Hay que recordar siempre que en una persona, los defectos son los que realzan sus virtudes. Y que a veces, un defecto muestra más que una virtud. Especialmente en moda.

Terenci Moix

Para aquellos que disfrutan leyendo, hay pocas cosas tan placenteras como descubrir un nuevo escritor. Un escritor que nos da la sensación de ser amigos de toda la vida, que sabe describir fácilmente lo que nosotros siempre hemos pensando pero que, nunca hemos sabido explicar con palabras. Pocas veces ocurre, pero golpea fuerte, y nos hace buscar su bibliografía completamente.
Es lo que me ha pasado con Terenci Moix, de quién había oído hablar mucho y del que no sabía nada. Algo que, desgraciadamente es muy habitual. Cuando se lo conté a un amigo, me respondió que el solo sabía de Terenci Moix que era mariquita y muy gracioso. Lo cual, aunque característico, no aporta mucho.
Sin entrar en discusiones, se podría decir que las novelas de Moix se reparten en dos grupos bastante opuestos: Las novelas históricas y la novela actual.
Como este es un blog de moda hablaré del segundo tipo, que tienen, como vulgarmente se dice: “mucha miga”. En sus novelas, nos muestra una serie de personajes cómicos, despreocupados, ricos y ordinarios, casquivanos (me encanta ésta palabra), sin moral o con exceso de ella. En resumen, personajes muy reales. Desde famosillas políticas, aristócratas de rancio abolengo, princesas parvenues, e incluso sencillas mujeres “marujas” de urbanización.

Mujeres que al concertar una cita, se aseguran de no llevar ni el mismo color de vestido, o el mismo diseñador. Mujeres que a falta de bolígrafos, toman nota con pintalabios, mujeres que tanto se preocupan de vestir adecuadamente para cada situación que al final, lo único que consiguen es llamar la atención (y no bien precisamente).
A través de una historia sin pretensiones, Terenci Moix nos hace una crítica de la actual sociedad española (y eso que murió ya hace unos años). Resulta irónico que, queriendo burlarse de lo hortera y del cutrerio, muy cómico por cierto, sus libros resultan guías de elegancia y buen gusto. Sencillez y clase. Eso si, para el día a día, que aquí dudo mucho que nadie sea aristócrata.
Cabe también destacar esa sensación de nostalgia que sutilmente inunda sus libros. Nostalgia no por épocas pasadas, sino por la juventud y los recuerdos que, por mucho que nos esforcemos, nunca volverán.
Un autor (patrio encima) que os recomiendo sin lugar a dudas. Dejaros de Hombres que no aman a mujeres y best sellers similares (que también están muy bien, dependiendo del momento) y leed a Terenci Moix.

De la novela actual os recomiendo Garras de Astracán y Mujercisimas. De histórica; No digas que fue un sueño (Premio Planeta 86) y El arpista ciego.

Yo nunca dejo nada en manos de Dios. Todo lo confío al Prozac, a Elizabeth Arden y a Christian Dior. Uno para el bienestar espiritual, otra para las arruguitas y otro para robes et manteaux.