El expediente Canaima - Reyes Calderón
MacHor había seguido la norma de los tres adjetivos (discreto, corto y oscuro) que se imponía cuando acudía a un acto social en el que desconocía la costumbre imperante. Llevaba un traje negro de gasa convenientemente entallado y un chal de seda a juego. Se había recogido el pelo en un moño alto. Creía, con acierto, que el negro resaltaba sus rasgos pelirrojos. Pero sobre todo era socorrido.
Todo el mundo debería tener una especie de "botiquín de armario" con algunas prendas que le hagan estar medianamente aceptable en algún evento en el que no sabes como aparecer.