The Artist

The Artist, a parte de ser la mejor película que he visto éste año, es un claro ejemplo de como en 70 años, la ropa de los hombres se mantiene prácticamente igual. Americanas marrones, camisas blancas, ropa de sport, corbatas y pajaritas. Todo sigue igual.







Lujos

El lujo no es desayunar en la cama, el lujo es dormir en sabanas de lino.


El lujo no es comprarse un vestido de Prada, el lujo es tener cuándo usarlo.


El lujo no es entrar por la puerta VIP, el lujo es pasártelo bien.


El lujo no es tener una camisa a medida, el lujo es tener a alguien te la quita.


El lujo es tener flores frescas en casa, una cerveza fría los viernes por la tarde, y encontrar por sorpresa en una librería el libro que llevas siglos buscando.

Mejor me callo


Soy una persona que disfruta con una buena discusión. Pero eso si, con gente que sabe discutir. Que expone bien, que explica, que contrasta. 

Ayer me vi envuelto en una de esas discusiones que parecen más monólogos. El tema era el consumismo. Y habló esta persona. 
Me callé cuando habló de conspiraciones, me callé cuando inventó porcentajes, y me callé cuando hizo uso de datos que no pueden existir (tuve buenos profesores que me inculcaron la costumbre de desconfiar de ciertas fuentes) pero no me pude callar cuando habló del mundo de la moda. De las tendencias como invento exclusivo de los empresarios.
- Perdona pero creo que estás equivocado. Cierto que ahora se fomenta más el cambio de tendencias para aumentar las ventas pero la moda es algo mucho más antiguo.
- Hace cincuenta años la gente no tenía esa necesidad de comprar porque los demás dijeran que estaba pasado de moda - me interrumpe.
- ¿Ah no? ¿Eso crees? ¿Qué me dices de las modistas que copiaban diseños de revistas extranjeras? ¿Era para ganar dinero? ¿O por el consumismo? Pero retrocedamos un poco más. Vayámonos un poco más atrás, al periodo de entre guerras, en el punto más alto de las casas de costura. ¿Acaso esas mujeres compraban esas ropas porque la televisión (o los periódicos, revistas o la radio) les decía que haciéndolo serían más felices? O los dandys con sus trajes a medida y corbatas, pañuelos y sombreros. Por supuesto existe un punto psicológico en todo este asunto, pero es completamente injusto decir que este comportamiento se debe únicamente al marketing. 
Retrocedamos un poco más, a la corte francesa en su momento de mayor decadencia. ¿Acaso se endeudaban los nobles porque consideraban que satisfacían una necesidad? Por supuesto que no. Una vez más vienen por detrás otros motivos principalmente el de status. E incluso hay tribus africanas en la que se ha descubierto un cambio de estilos en los collares de las mujeres debidos solamente al punto cíclico de la ropa y los complementos, puesto que a todos nos gusta cambiar. 
Y no hay que olvidar una cosa: uno siempre va a querer estar por encima de su  vecino. Ya sea con el coche o la ropa, o con su cultura e ideas (que por supuesto serán las únicas correctas).

Punto punto punto

Todo el mundo tiene alguna. Me refiero a esas habilidades o conocimientos de escasa utilidad y que no acaban de encajar con nuestra personalidad. Hay quien tiene habilidad para las plantas, o quien nos sorprende tocando el piano o arreglando cualquier cosa. 
En mi caso tengo dos: la carpintería y el punto. Todo lo que sean sierras, lijas y clavos se me dan bien. En algún momento de mi vida aprendí y todavía soy capaz de desenvolverme en esos temas.
Respecto al punto, también lo aprendí hace y todavía lo hago de vez en cuando. No empezaré con todo eso de que el punto es el nuevo yoga y chorradas así. Además mis conocimientos se limitan a bufandas, gorros y calcetines. Pero hay algo tremendamente satisfactorio en ser capaz de crear algo con tus propias manos. Y en este mundo en el que hasta se nos ha olvidado cómo escribir a mano, da gusto ver que eres capaz de crear algo que tiene realmente un fin. 
Yo soy una persona inquieta, y una de las cosas que menos me gusta de ver la tele es esa sensación de no estar haciendo nada de mientras. Gracias al punto, me encanta sentarme en el sofá mientras veo series repetidas o películas en blanco y negro (propicias para hacer punto) y voy pasando la lana de una aguja a otra. ¡Y nunca hago quedadas! 
El único problema del punto es saber cuando parar. Si tu familia, amigos y tu mismo ya tienen el pack completo para el invierno, es momento de buscarte otro hobbie. Y cuidado con las horteradas, que en el mundo del punto las hay muchas.
Aquí tenéis una página buenísima para aprender a hacer punto o avanzar. 
Y si alguien se anima que me lo diga si puedo ayudarle.
Y es que una buena bufanda de lana nunca pasa de moda.

El negocio de la moda

Llevaba tiempo queriendo escribir un post sobre el tema. Y es a raíz del publicado por Di por Dior, que al final escribo éste. Trata sobre las subvenciones y las firmas españolas. Tela.

Puede que sea mi lado empresarial, capitalista o como quieras llamarlo pero creo que el objetivo de una firma, de cualquier firma es crear beneficio. Por supuesto algún profesor mío me suspendería de manera retroactiva si leyera esto. Bien, me corrijo a mí mismo y busco una definición más exacta: El objetivo principal de la empresa es ser competitiva a largo plazo y para ello es condición necesaria que su beneficio sea siempre superior o igual a sus gastos.
Así está mejor. Pero simplificando, es lo mismo. Las firmas españolas deben recordar a Coco Chanel cuando decía que “la moda no es moda si nadie la ve” y yo añadiría, si nadie la viste. Ciertas firmas españolas, podríamos decir que realmente consolidadas, resulta que carecen de distribución. Acepto que algunas de ellas se dediquen a la alta costura, por lo que sólo necesitan un taller. Pero, ¿y las demás? En el mundo empresarial rige la ley de la evolución de Darwin en la que “sólo sobreviven los más aptos”. Y ayudar a una empresa de la que no vemos apenas ningún resultado remarcable, que no parece ser consciente de que, para sobrevivir, a veces hay que hacer sacrificios y “adaptarse al medio”, francamente, no me parece tan buena idea.
Y ya metidos en cursivas ¿quién no recuerda aquello de los peces y las cañas? Parece que desde el gobierno resulta más fácil vaciar el Cantábrico (por las cantidades ofrecidas) que ponerles un buen administrador.

Maquillaje

Júramelo por Helena Rubinstein,
Por Clinique, Sisheido o Coco Chanel.
Mírate, ¿no lo ves?
Así no procedes nada
O te maquillas o te operas ya la cara.
 
Sombras de ojos tipo Estée Lauder,
Con base blanca hidratante Biotherme.
Maquíllate para comer
Maquíllate para beber
Para ganar para perder
¡¡Maquíllate!!
 

De estilo e ideas.

El estilo no es más que mantener la misma idea desde el principio hasta el final.

August Wilson


O lo que es lo mismo; que si se llevan los jerseys amarillos y no te van, o no te gustan, no te sientas obligado a llevarlos. A que en una foto de ahora y en una dentro de 10 años, tu estilo siga siendo el mismo, si bien, adaptado a los tiempos.