La utilidad de lo bello


La utilidad de los artículos valorados por su belleza crean una dependencia muy íntima.
Una chuchara de plata labrada a mano, de un valor comercial de 10 dolares, no es más útil (en el primer sentido de la palabra) que una cuchara del mismo material hecha a maquina. Probablemente será incluso menos útil.
Inmediatamente se duduce que la primera chuchara agrada a nuestro gusto, a nuestro sentido de lo bello, en tanto que la otra, no tiene ninguna función útil aparte de su eficacia bruta.

Hábitos mentales populares

¿Cómo llega la moda de las pasarelas a las amas de casa cuarentonas de barrio? Me pregunto yo.

La clase elevada no puede efectuar a capricho una revolución o una inversión repentina de los hábitos mentales populares relativos a cada sector. Para que cualquier cambio llegue a empapar a la masa y cambiar la actitud habitual del pueblo, se requiere tiempo; especialmente si se trata de cambiar los hábitos de aquellas clases que están socialmente más remotas del cuerpo donde irradian los campos.


Teoría de la clase ociosa. Thorstein Veblen. 1899

Psicologia de la moda


¿Qué te has puesto?

El traje chaqueta que me probé el otro día.

El rojo. Un color fuerte, como de semáforo diciendo “detente”

Felipe y Letizia. 2010


¿No es estupendo todo lo que puede decir la ropa que escogemos? Para que luego nos digan que no hay que fiarse de las apariencias.

Defunct Fashion


Anna Wintour dice que la moda no trata de mirar hacia atrás, si no hacia adelante. Siento discrepar. La historia nos demuestra que todos los sucesos se repiten, con distinto factores pero se repiten. Y la moda no va a ser distinta. Es lo que tienen los ciclos. Una cosa nueva no es más que algo viejo que se había olvidado.

En el mundo de la moda, yo me he dado cuenta de que a la hora de hablar de ropas de otras épocas, recurrimos al cine para visualizarlas. A veces son muy concretas pero en otras fallan no son mas que una reproducción desde nuestra época.

Por eso me gusta tanto Defunct Fashion, por que por una vez, se nos enseñan las ropas sobre las que leemos, sin los “filtros” del cine. Y al perder el encanto, ganan en realismo. Que cada cual vea qué prefiere.

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Anna Wintour says that fashion is not about looking back, but about looking forward. I disagree. History shows than all events get repeated once and again, only with different characters. And fashion is not different. A new thing is nothing more than an old thing that got forgotten.

When we talk about other eras' clothing, we tend to imagine them through the films. And films are not always too accurate I'm afraid. Sometimes they don't show the real style, but a reinterpretation they make from our time.

That's why I love so much Defunct Fashion, because, for once, cloths are showed with any filter. And even if they lose the charm, they win in realism. Let each one decide what they prefer.

Llega el frío


Vuelve el frío.

Y con él los guantes, las bufandas de punto o las de Burberry's. Las medias y los calcetines gordos. Las camisas de oxford azúles y las mujeres con abrigos de pieles. Las botas de agua y los paraguas como carpas de circo.

Los maravillosos peinados que crea el viento y los jerseys con dibujos nórdicos.

El ceremonial del té, o del café, colacao, o lo que sea, mientras este caliente. Y el tirarse en el sofa con un libro (Nancy Mitford y su "A la caza del amor" es genial para el invierno) o una pelicula. Los pijamas de franela y los edredones gigantes. Uno tiene la sensación de que nada malo puede pasarle bajo un edredón bien mullido.

Y las bolsas de agua con funda de tartán. Y tartán, tartán por todas partes.

Definitivamente, con el frío, todo es estéticamente más hermoso.

Complementos II


La blackberry no es un teléfono ni una PDA, es un complemento. Como todos esos complementos que han perdido parte de su utilidad (véanse gafas, bolsos) para convertirse en un símbolo de estatus.

Y eso queda muy claro a la hora de llevar la blackberry; el móvil se lleva en un bolsillo o en el bolso, la blackberry, atención, se lleva en la mano. Bien protegido con una funda (rosa y negro parecen los colores más populares) parece más un bolso de mano que un teléfono.

Por supuesto, la blackberry es un artilugio muy útil, recibir emails y navegar por internet en cualquier sitio es una maravilla. Pero no es el único dispositivo que permite hacerlo. La blackberry es una marca, y donde hay una marca, hay un estatus, una categoría. Por que para eso están las marcas, para diferenciar.

¿Tienes un Iphone? Seguramente eres un enamorado de los nuevos “gadgets” (horrible palabra, por cierto) o alguien con un trabajo relacionado con las nuevas tecnologías, ¿Tienes una blackberry? Forzosamente debes tener un trabajo de lo más glamouroso e interesante, ¿ o no? Estatus, una vez más.

Por que antes existíamos cuando pensábamos, ahora “recibo, luego existo”. No eres nadie si nadie te escribe ¿no? O peor aún, si nadie ve tu blackberry.

A fin de cuentas, da igual que solo la uses como un teléfono móvil normal. En un bolso de fiesta no te entran muchas cosas, y puedes prescindir a menudo de tus gafas de sol pero, ¿Quién dijo que los complementos tenían que ser prácticos?

Aclaración: No tengo nada en contra de las blackberrys ni contra la gente que las usa. Es simplemente que últimamente me he visto rodeado de ellas en manos de gente que realmente no las necesita.

Dinamismo




Al día siguiente se despertó dinámica y optimista. Así pues, se puso una blusa de seda salmón y un Chanel gris perla. Nada como los modelos de Mademoiselle para indicar a una mujer activa que el mundo le pertenece.


Terenci Moix, Garras de astracán.