
Es lo que me ha pasado con Terenci Moix, de quién había oído hablar mucho y del que no sabía nada. Algo que, desgraciadamente es muy habitual. Cuando se lo conté a un amigo, me respondió que el solo sabía de Terenci Moix que era mariquita y muy gracioso. Lo cual, aunque característico, no aporta mucho.
Sin entrar en discusiones, se podría decir que las novelas de Moix se reparten en dos grupos bastante opuestos: Las novelas históricas y la novela actual.
Como este es un blog de moda hablaré del segundo tipo, que tienen, como vulgarmente se dice: “mucha miga”. En sus novelas, nos muestra una serie de personajes cómicos, despreocupados, ricos y ordinarios, casquivanos (me encanta ésta palabra), sin moral o con exceso de ella. En resumen, personajes muy reales. Desde famosillas políticas, aristócratas de rancio abolengo, princesas parvenues, e incluso sencillas mujeres “marujas” de urbanización.
Mujeres que al concertar una cita, se aseguran de no llevar ni el mismo color de vestido, o el mismo diseñador. Mujeres que a falta de bolígrafos, toman nota con pintalabios, mujeres que tanto se preocupan de vestir adecuadamente para cada situación que al final, lo único que consiguen es llamar la atención (y no bien precisamente).
A través de una historia sin pretensiones, Terenci Moix nos hace una crítica de la actual sociedad española (y eso que murió ya hace unos años). Resulta irónico que, queriendo burlarse de lo hortera y del cutrerio, muy cómico por cierto, sus libros resultan guías de elegancia y buen gusto. Sencillez y clase. Eso si, para el día a día, que aquí dudo mucho que nadie sea aristócrata.
Cabe también destacar esa sensación de nostalgia que sutilmente inunda sus libros. Nostalgia no por épocas pasadas, sino por la juventud y los recuerdos que, por mucho que nos esforcemos, nunca volverán.
Un autor (patrio encima) que os recomiendo sin lugar a dudas. Dejaros de Hombres que no aman a mujeres y best sellers similares (que también están muy bien, dependiendo del momento) y leed a Terenci Moix.
De la novela actual os recomiendo Garras de Astracán y Mujercisimas. De histórica; No digas que fue un sueño (Premio Planeta 86) y El arpista ciego.
Yo nunca dejo nada en manos de Dios. Todo lo confío al Prozac, a Elizabeth Arden y a Christian Dior. Uno para el bienestar espiritual, otra para las arruguitas y otro para robes et manteaux.
