El señor de los anillos


Cuentan que la Reina Victoria de Inglaterra estaba traumatizada por sus dedos, demasiado cortos y gordos, por lo que se los llenaba de anillos, incluyendo los pulgares cuando salía en público para distraer la atención. Desconocía que solo conseguía atraer aún más las miradas.

¿Tendrá Lagerfeld la misma problemática?
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Queen Victoria, as they said, was obsesed with her fingers – too short and fats – so she would wear lots of rings, even in the thumbs, to distract the atention. She didn’t realise that the effect was the opposite one.

Will Mr. Lagerfeld have the same obsesion?

Las francesas son extraordinarias

Las francesas son extraordinarias. Estoy pensando en escribir un libro sobre ellas y su habitat. Sus costumbres y ceremonias. Veras, solo sus pañuelos merecen un capitulo entero.



Anudado delante con una punta colgando y la otra tirada a la espalda, o dándole dos vueltas, con las puntas remetidas, o alrededor de los hombros, encima del abrigo como un chal, o anudado por detrás...



Chal, foulard, carré, écharpe... piensa en todas las palabras que tienen para decir pañuelo.


Le Divorce

Las pulgas de Maria Antonieta


Cuando Madame decidía divertirse "con los colores" - un juego que consistía en dar nombre a los matices -, no soportaba que me alejara de ella. Por lo que recuerdo, inventamos nombres sublimes y ridículos, algunos monstruosos. [...] De todos, aunque no éramos las autoras, el "pulga" era el más famoso.

¿Se sabe que fue el rey quien lo pronunció un día?

Todo empezó una mañana con madame Antonieta a causa de "composición honesta", un vestido de tafetán marrón claro. El rey pasó mientras estábamos en ello. No le gustaban demasiado mis perifollos, pero siempre me dirigía una palabra amable.

- Este vestido es del color de las pulgas - Exlamó ante mi tafetán castaño.

Todo el mundo se echó a reir. A partir de entonces, aquel color oscuro hizo furor ¡y la corte se cubrió de pulgas! Para gustar, había que presumir de marrón.

Desfile de pulgas en Versalles: pulga vieja, pulga joven, espalda de pulga, vientre de pulga, muslo de pulga, interior de muslo de pulga, cabeza de pulga, vientre de pulga en fiebre láctea, pulga de blanco...

Una epidemia que amarronó rápidamente la corte, hasta el día que la reina se cansó. No nos engañemos, no fue un capricho. Había una buena razón para ese repudio. Circulaban tonadillas mal intencionadas en Nouvelles de la Cour. ¡Y fue así como Versalles expulsó a la pulga! pero ya se apasionaba por un satinado ceniciento que debía su nombre al hermano del rey.

La competición en el juego de los colores.

Portadas de manual


Inaguro una nueva sección. Portadas de manual.

Porque una imagen vale más que mil palabras.

La corbata


Ayer por la mañana mi vecino me tocó el timbre. Tenía una boda y necesitaba que alguien le hiciera el nudo de la corbata.

Se lo hice, por supuesto. Pero me hizo pensar en que clase de sociedad vivimos en la que un hombre no sabe hacerse el nudo de la corbata.

Sé que la corbata acabará desapareciendo de aquí a dentro de no muchos años, pero hasta entonces, ¿Tan dificil es hacer un nudo?

Santé


La playa es un lugar idóneo para consumir revisteo del malo, y hablar de temas frívolos con toda la seriedad del mundo, y la presunción de los expertos.


Una de las cosas que más critican mis amigas son los consejos “sanos” para mantenerse delgada y guapa de las famosas. Puede que el cuerpo de las mujeres sea distinto del de los hombres, pero por experiencia sé que lo que las famosas proponen funciona. No hace milagros, por supuesto, hay que tener en cuenta como es cada persona, pero siempre aportan un aire más sano. Lo cual no es poco.


  • Beber mucho agua. No hay que pasarse, pero la hidratación se nota.

  • Tomar fruta. Eso es sano. Y punto.

  • Hacer ejercicio. No por estar delgado o en forma. Sudar es bueno, y te hace estar “radiante”.

  • Dormir. Mínimo 8 horas, cada día. De nada sirve hacer un maratón de siesta el fin de semana si no se duerme lo suficiente durante la semana. Elimina las ojera (hasta cierto punto) y ayuda a la piel.


No es que esto te convierta en una belleza, pero a nadie le gusta la gente con aspecto de cocainómano.



La lozanía es algo que nunca pasa de moda.


El lujo al alcance de la mano





¿Está el lujo realmente tan alejado de las posibilidades de una persona normal? No necesariamente. Como con la mayoría de las cosas en esta vida depende de lo que uno este dispuesto a sacrificar.



Primero me gustaría diferenciar entre dos tipos de lujo: el duradero y el efímero. El primero sería todo aquello que perdura, algo material. Mientras que el segundo son más bien, los momentos; el poder acceder a algún lugar exclusivo o tomar champagne en un zapato, emulando a la Mistinguett.



Es el duradero el que más me interesa. Supongo que soy un poco como Charles Foster Kane, si pudiera tendría mi propio Xanadu. A lo que me refiero es que estoy seguro que todos habéis querido siempre poseer algo. Unos zapatos de Louboutin, un bolso 2.55 o una lámpara de Philippe Starck. Lo que sea. Por supuesto que son caras, pero no son inalcanzables.



Ante todo hay que decidirse por algo. Hay que concretar. Cuanto más general sea la idea, menos claro tendremos el objetivo. Al mismo tiempo, hay que ser realista. De nada sirve proponerse comprar un Monet. Pongamos por ejemplo que queremos este pañuelo de Hermès, 420€. No vamos a gastarnos medio sueldo de un mes en un segundo. No todas las economías pueden permitírselo.




Segundo. Hay que ahorrar. Parece fácil pero no lo es. Eso si, con ciertas técnicas resulta más sencillo y gratificante. Primero nos enteraremos del precio. Puede parecer una estupidez, pero conocer el precio aproximado de algo nos permite conocer mejor cómo van nuestras economías.



Otro buen consejo para ahorrar consiste en hacerlo en metálico. Al guardarlo en una cuenta no somos tan conscientes y por lo tanto la satisfacción y el aliciente son menores. Por ejemplo, yo de pequeño guardaba mis ahorros en una cajita de té tal que ésta.



¿Cómo ahorrar? Quitándose gastos menores, sin prisa. ¿Podemos prescindir de esa camiseta de Zara? Pues 12 euros a la caja. ¿Un billete de 5 euros en un bolsillo del pantalón? A la caja. ¿Dejamos de salir un noche? Pues la cantidad que hubiéramos podido gastar va a la caja. Por eso es tan importante tener claro lo que se desea, así no nos costará tanto sacrificarnos.



Y al final, cuando crucemos las puertas de la elegante tienda que hayamos elegido, la satisfacción será mayor. Y el sacrificio habrá merecido la pena, por que sabremos que nos hemos ganado a pulso nuestro pequeño lujo.



Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes. Yoda