Una de las cosas que más rabia me dan en la moda, es la falta de linealidad de las casas. Sobre todo cuando ya tienen una cierta historia. Al final, lo único que mantienen, es el nombre de la casa.
Entiendo que los tiempos cambian, y las modas evolucionan pero una casa que se precie, que sale en los desfiles, debería ser un poco fiel a los origenes. Las casas no deberían seguir las tendencias, deberían crearlas. O pasar de ellas automáticamente.
Hay mucho ejemplos, pero uno de los que más me llamó la atención mientras veía los desfiles fue Pringle of Scotland. Podían haberle puesto cualquier otro nombre a la colección que nunca hubiera ni siquiera imaginado que se trataba de Pringle. No es que sea nada nuevo, cada año pienso lo mismo y cada año me da pena. Si, me da pena por que para mí, pringle of Scotland siempre ha sido sinónimo de Jerseys de lana. En mi casa siempre los ha habido. Y son de esos que duran toda una vida. De puro simple que son, no pasan de moda. Sé que los siguen vendiendo, pero como de tapadillo, siempre a través de otras tiendas. Nunca en la suya. Como si creyeran que la gente va a pensar que son algo rancios.
Esta genial experimentar y evolucionar como marca, pero también seguir un poco con lo que se tenía hasta entonces. Burberry (sin s) de Bailey ha sabido hacerlo, creo yo. Ha creado un estilo nuevo, más juvenil. Ha cambiado de mercado objetivo pero sigue siendo; Burberry.