Una de
mis aficiones en internet son los blogs de organización. Me encantan. Esos
sabios consejos que luego nunca cumplo. Mi problema es que necesito un desorden
creativo y al mismo tiempo disfruto ordenando, por lo que primero necesito
tener algo que ordenar.
Pero no
es de mis contradicciones de lo que quiero hablar.
Uno de
los posts más recurrentes en este tipo de páginas es el de declutter your
wardrobe. Y me sorprende la cantidad de ropa que puede llegar a acumular la
gente. En serio. Comprendo las compras compulsivas y el tener más ropa de la
necesaria, pero creo que hay límites.
Hace
unos años doné un montón de ropa que tenía guardada en cajas que, por su
estilo, sabía que nunca me pondría.
No soy
de los que defiende vivir con dos pares de pantalones, dos pares de zapatos,
cuatro camisetas y un jersey (que los hay) y francamente me quedé sorprendido
por el, ¿Podemos llamarlo estilismo? Que le ponían al fundador de Facebook en
la película “La red social”. Creo que como en tantas otras cosas de esta vida,
en el punto medio estriba la virtud.
Tengo
al menos 10 jerseys de lana (Pringle, Ralph Lauren, Burberry, H&M, Redoute,
me da igual). Granate, verde, gris, negro, azul, y otros con diseños. Tengo
unas 5 sudaderas, cada una distinta de la otra. Unas 15 camisas (la mayoría en
tonos azules). Añadele los jerseys más finos, los zapatos, las cazadoras y abrigos
y vemos lo que parece un gran armario.
¿Por
qué no hago tanta limpieza? Porque lo uso todo. Sí, todo. Y no me refiero a algo que se usa un par de
veces al año. Voy rotando toda mi ropa y me gusta. Además la mayoría son
prendas de calidad. Algunas tienen más de diez años y siguen estando
perfectamente. Otras me duran menos y llega un momento en el que hay que
tirarlas, pero eso es todo.
Lo
importante no es la cantidad de ropa que tengas (o de objetos, o lo que sea)
como parece que dicen estas webs: ¡vacía la casa! ¡Minimalismo! ¡declutter!
No. No
hay ningún problema en tener muchas posesiones. Siempre y cuando las uses. Y
eso es lo más importante.
2 comentarios:
Las chanclas ochenteras del fundador de Facebook en "La red social" eran el horror.
Yo dono todo lo que no me pongo sin pensármelo dos veces. Pero guardo alguna ropa de la talla que tenía cuando era más joven porque soy algo ilusa.
Saludos
Yo tenía pensado escribir sobre ellas, pero no sé si al hacerlo estaría dignificandolas.
Esa es la clave: lo que no te pones. Si lo usas ¿por qué deshacerte de ello?
Lo de la ropa me recuerda a Miranda y sus pantalones en sexo en nueva york.
A mí la ropa de adolescente todavía me entra. Asusta un poco.
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