Agachó un poco la cabeza para encenderlo y un mechón oscuro cayó sobre su cara.
- No tienes más que mirar mi nombre y el de mis hermanas - Continuó echando el humo -. Yo me llamo Maria Cristina, mi hermana mayor Isabel y la mediana Victoria Eugenia. Todo nombres de reinas. Mi tocaya se casó con Alfonso XII, Victoria Eugenia con Alfonso XIII e Isabel por Isabel II de Inglaterra.
- Podría ser una casualidad - dije yo inocentemente.
- Sí, podría, pero no lo es. Veras, en aquellos momentos a solas padre e hija (y mi padre siempre intentaba tenerlos) nos llamaba con apodos cariñosos: Yo era Crista, y mis hermanas Lilibeth y Ena. Simples apodos ¿no? Pues resulta que al crecer descubrimos que esos eran los apodos por los que se les llamaba a esas reinas en la intimidad.
- Vaya, tu padre es todo un romántico.
- Sí que lo es. Fíjate que cuando me ponía cabezota me cantaba aquello de: "María Cristina me quiero dominar, y yo le sigo le sigo la corriente... " Casualidades de la vida, su madre se llamaba Isabel y su tía Margarita. Estoy seguro de que le hubiera encantado tener dos hijas llamadas así.
- ¿Y por qué no lo hizo?
- Oh bueno - Dijo dando una calada -. La princesa Margarita no le caía muy bien, y su tía creo que aún menos...
1 comentarios:
me gustan mucho las fotografías adicionales, un abrazo.
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