En el momento de pasar al salón para tomar algo, los invitados se sientan y se fijan en lo que haya en la mesita (se fijan en todo, seamos sinceros, o yo al menos sí). Para dejar el café, la copa, el cenicero o lo que sea, se mueve un poco todo el atrezzo que hemos colocado estratégicamente. Unas revistas, una caja, puede que unas flores, pero sobre todo, y siempre, grandes libros de fotos. Esos libros que los americanos llaman Coffe table books. Libros grandes, con ilustraciones de edificios, pintura, moda o fotografía.
Según la leyenda, fue una asociación americana de defensa del medio ambiente, fundada en 1892, el Sierra Club, la que inventó el Coffe table book. Su director, un tal David Brower quería ofrecer a sus miembros libros con fotografías de la naturaleza pero en los que el ojo no se cansara con el texto, de un formato grande para que facilitara el hojearlo.
El primero de una larga serie fue This is the American Earth, por el fotograbo Ansel Adams. Muchos otros le siguieron hasta transformarse lo que es hoy en día.
Puede que solo sea mi impresión, pero parece que la mayoría son editados por Taschen, el Zara de los libros, como lo llama alguno. Aunque reconozco que yo no soy de ponerlos en la mesa, así que las paso canutas para encontrar una estantería donde entren. El de Paris, Hoteles, Restaurantes y Tiendas, para más información, me entra a duras penas.
Tampoco explica nadie la importancia de elegir bien los libros para la mesa. Tengo una amiga, por ejemplo, que pasa de los libros (de estos y de todos, la verdad sea dicha) asi que siempre que viene acaba repasándose todas las revistas de modas, las cuales SI están sobre la mesa ;) O también, cuando vienen niños, es mejor poner los cuentos reunidos de Beatrix Potter versión ladrillo en vez de algunos de Taschen, que todo sea dicho, son algo subidos de tonos. Yo por que soy formal pero entre el libro de los pechos, el de los penes, el de Tom of Finland y el de la revista clasificada sueca Private... Por cierto, otro tema a tratar otro día: la estética en el porno. ¿Cómo puede ser que algo tan instintivo pueda pasar de moda? Porque, viendo los de private hay algunos pornos que en vez de, ejem, levantar la moral, la bajan.
Coffe table book ¿Cuál teneis?
------------------------------------
À l’heure de passer au salon prendre le café ou la bière, les hôtes se penchent sur la table basse. Ils installent le plateau ave la tasse de café et poussent les livres qu’on a mis là d’une façon estrategique. On y dépose les magazines, parfois un bouquet de fleurs mais on étale surtout des livres assez grands, reliés, richement illustrés, sur l’architecture, la peinture, la mode ou la photo, appelés d’un terme américaine coffe table books.
L’histoire veut que ce soit une association américaine de défense de l’environnement fondée en 1892, le Sierra Club, qui ait inventé le coffe table book. Son directeur, David Bower, voulait offrir à ses membres des livres de photos sur la nature où l’œil ne serait pas gêné para le texte, d’un format assez grand et agréable a feuilleter. Le premier d’une longue série fut publié en 1960: This is the American Earth, du photograph Ansel Adams.
Peut-être c’est moir mais j’ai l’impression que presque tous sont édités par Taschen. Mais je les mets dans les étagères. Vous ne savez pas comme est difficile de trouver une place pour Paris: Hotels, Restaurants and Shops, par exemple.
Il faut aussi bien choisir les livres à mettre sur la table. J’ai une amie qui viens chez moi presque pour lire le Vogue. El s’en fout des livres.
Aussi quand les gamins viennent, le meilleur choix son les contes de Beatrix Pottter car il y a certains livres Taschen un peu... XXX The big book of boops, The big book of pennis et Tom of Finland.
5 comentarios:
Yo soy antiexposición de libros tochos, esos libros colocados estratégicamente en la mesita de cristal, uno encima de otro, por simple adorno... ¡me enerva!
Mi casa está llena de libros, en las estanterías, en las mesas, en las sillas y en el suelo, y es porque los leo, los veo, los sobo, no me los como porque no puedo.
Te cuento una cosa, hace unos meses le regalé a un chico un libro "The nude man", de Taschen, que es un clásico. Pues todo muy bien hasta que el tonto de su novio soltó "¡qué bien, para ponerlo en la mesita de adorno que se queda la mar de bonito!" Se la sudaba el libro, se la sudaba la fotografia, solo quería el librito para tenerlo de cuqui exposición en la mesa y cuando vinieran visitas a su piso de madera oscura hacer ver que era instruídamente mariquita y frivolo intelectual. ¡Horrible!
¿Pero tú tienes el de Private?
Ante todo yo soy anti mesa de metacrilato.
A mi con los libros me pasa lo mismo. Ya no sé donde meterlos. Pero están para leerlos. Y aunque reconozco que me encanta ver libros bonitos en las estanteria, esa no es su funcion principal. Por otro lado, yo siempre he considerado estos libros para vagos. En mi infancia de repelente, odiaba a los niños que preferian los libros con mil ilustraciones. Estos libros me parecen lo mismo. Quizás no aprecio lo suficiente la fotografia.
Y sobre tu anecdota: 1º Debe de ser muy buen amigo tuyo para que le regales ese libro, por que por muy Zara que sea Taschen, sigue siendo un poco carillo. 2º Eso demuestra que seas gay, hetero,o extraterrestre, puedes ser prepotente. (¿Qué tienes contra la madera oscura? me encanta)
Yo no tengo el private por que soy de la opinión de que si quiero pornografia, me voy a internet, que para algo se inventó. De todas formas me daría verguenza comprarlo. Bastante pudor me da ya hojear esa clase de libros.
¿Ya han publicado el libro de París? Lo buscaré jaja que el año que viene seguramente visitaré esa ciudad :)
La verdad es que los coffee table books, como tú los llamas, me encantan, y puede que sea por lo que explicas la razón de que nunca me canse de leerlos.
Tengo varios, pero mis favoritos, sin duda, son el de Gaudí y otro de las fuentes de Barcelona :)
Un saludo, me ha gustado mucho tu blog, me pasaré de vez en cuando! ;)
YO TENGO EL DE LONDRES!!!
Me lo regalaron por mi cumple. Son tan bonitos, vienen unas direcciones que (aunque algunas son de sobra conocidas) están genial!!! Lo malo es que resulta un poco incómodo para llevártelo de viaje, jajajajaja.
Un abrazo,
Jose
Publicar un comentario