Flores en San Valentín

roses rosas


El nombre del viento - Patrick Rothfuss

¡Rosas! Todos los hombres sacáis vuestro romanticismo del mismo libro trillado. Las flores son bonitas; no niego que sean un buen obsequio para una dama. Pero siempre regaláis rosas, siempre rojas, y siempre perfectas. De invernadero si podéis conseguirlas. – Se volvió y me miró-. ¿Tú piensas en rosas cuando me ves?La prudencia me hizo sonreír y negar con la cabeza.-A ver, si no son rosas, ¿Qué ves cuando me miras?-Bueno… -dije-, no deberías ser tan dura con los hombres. Verás, escoger una flor que le vaya bien a una chica no es tan fácil como parece.-El problema es que cuando le regalas flores a una chica, tu elección puede interpretarse de diferentes maneras. Un hombre podría regalarte una rosa porque te considera hermosa, o porque le gustan su color, su forma o su suavidad, que le recuerdan a tus labios. Las rosas son caras; al elegirlas, quizá quiera demostrarte que eres valiosa para él.-Has defendido bien a las rosas. Pero resulta que a mí no me gustan. Elige otra flor que me pegue.-Pero ¿qué pega y qué no pega?  Cuando un hombre te regala una rosa, lo que tú ves quizá no sea lo que él pretende hacerte ver. Tal vez te imaginas que te ve como algo delicado y frágil. Quizá no te guste un pretendiente que te considera muy dulce y nada más. Quizá el tallo tenga espinas, y deduzcas que él piensa que podrías rechazar una mano demasiado rápida. Pero si corta las espinas, quizá pienses que no le gustan las mujeres que saben defenderse ellas solas. Las cosas pueden interpretarse de muchas formas-concluí-. ¿Qué debe hacer un hombre prudente?Ella me miró de reojo.-Si ese hombre fueras tú, supongo que tejería palabras inteligentes y confiaría en que la pregunta quedara olvidada.-Ladeó la cabeza-.Pero no va a quedar olvidada. ¿Qué flor escogerías para mí?

Estaba atrapado. La miré de arriba abajo una vez, como si intentara decidirme.
Ella me escuchaba atentamente.