Fidelidad a las marcas

Decía un profesor mío de marketing que las personas somos más fieles a una marca o un producto que a nuestra pareja. Supongo que depende de la pareja y del producto aunque con el tiempo he visto que tenía más razón de la creía.


Polos de Lacoste de colores


Un conocido mio por ejemplo es completamente fiel a los polos de Lacoste. Los tiene prácticamente en todos los colores y raro es el día en el que no lleva uno. De hecho, de mayo a septiembre es prácticamente imposible verle con otra prenda.


Pintauñas rosa de Chanel


Otra amiga sólo compra cosméticos de Chanel, y tras acompañarla una vez a Sephota puedo decir que se gasta una buena cantidad de dinero. Eso si, luego recorta yendo a Zara. Pintauñas, base y otros productos de los que, como buen hombre, desconozco su utilidad.


Anuncio Polo Blue Ralph Lauren deportes

En cuanto a mí, como ya he dicho alguna vez, soy 100% fiel al perfume Polo Blue de Ralph Lauren. Me encanta, me siento a gusto y sólo de pensar en buscar otro me da pereza.


Si, supongo que todos somos fieles, aunque sea a una marca. 

Sobre la elegancia y la edad

Señora en blanco y negro con cardado enorme

Ayer en el XL Semanal había un reportaje sobre el blog Advanced Style y su particular visión del estilo a partir de los 70. 



Opino que se trata de una edad muy complicada, y lo que a el le parece estiloso a mi me parece extravagante, a veces incluso ridículo. Ocurre con estas mujeres lo mismo que con muchas veinteañeras, que  al hacer tanto esfuerzo por ser diferentes, por destacar y por tener un estilo personal, terminan pareciendo disfrazadas. 


Siempre he sido defensor de mantener un estilo personal autentico y no dejarse llevar por las modas o por las ganas de epatar, no obstante, también es necesario entender cual es tu edad y comportarte de acuerdo a ella: tan ridículo es ver un viejo con bermudas y camiseta de tiras como a un chico joven con traje y bombín. 


Y es que en mi familia, el mejor cumplido para una mujer mayor de 70 es decir:
- ¡Es toda una señora!


Joan Collins con cardado y brillantes

Las tres hermanas

Reina Victoria Eugenia

- Mi padre es muy monárquico- dijo ella sacando un cigarro.
Agachó un poco la cabeza para encenderlo y un mechón oscuro cayó sobre su cara. 
- No tienes más que mirar mi nombre y el de mis hermanas - Continuó echando el humo -. Yo me llamo Maria Cristina, mi hermana mayor Isabel y la mediana Victoria Eugenia. Todo nombres de reinas. Mi tocaya se casó con Alfonso XII, Victoria Eugenia con Alfonso XIII e Isabel por Isabel II de Inglaterra. 
- Podría ser una casualidad - dije yo inocentemente. 
- Sí, podría, pero no lo es. Veras, en aquellos momentos a solas padre e hija (y mi padre siempre intentaba tenerlos) nos llamaba con apodos cariñosos: Yo era Crista, y mis hermanas Lilibeth y Ena. Simples apodos ¿no? Pues resulta que al crecer descubrimos que esos eran los apodos por los que se les llamaba a esas reinas en la intimidad. 
- Vaya, tu padre es todo un romántico. 
- Sí que lo es. Fíjate que cuando me ponía cabezota me cantaba aquello de: "María Cristina me quiero dominar, y yo le sigo le sigo la corriente... " Casualidades de la vida, su madre se llamaba Isabel y su tía Margarita. Estoy seguro de que le hubiera encantado tener dos hijas llamadas así.
- ¿Y por qué no lo hizo?
- Oh bueno - Dijo dando una calada -. La princesa Margarita no le caía muy bien, y su tía creo que aún menos...

Isabel II Windsor

Reina Victoria Eugenia


Una buena botella de champagne

Botellas de champan


Soy el tipo de persona que escarba entre los saldos de unos grandes almacenes pero que luego se abre una buena botella de champagne para probarse lo que ha comprado.


Helen Mirren


Son para mí éste tipo de deliciosas excentricidades las que demuestran elegancia y Joie de vivre.

Sobre la intransigencia

Comentaba con Maribel de Anglo-Francofilia los dos tipos de intransigentes que hay (con respecto al post de La conjura de los necios) y para tratar de hacerlo entender, tomo una frase del genial libro "Una lectora nada común"


Pero para ella el nombre de la gente era indiferente, como todo lo demás, por otra parte: la ropa, la voz, la clase social. Era una demócrata auténtica, quizá la única que había en el país. 


Lo que trato de decir es que algunos somos intransigentes sí, pero sabemos que tenemos que tolerar. Y al no hacer diferencias entre aquello que no aprobamos (ropa, educación etc) y meterlo en el mismo saco, acabamos por ser tolerantes con cualquier cosa que nos echen. 

La costura de las medias y los detalles de una época

Marilyn Monroe  | Con faldas y a lo loco


Me gusta leer libros de historia y novelas históricas. Me gustan especialmente esos pequeños detalles que hacen que esos libros sean algo más que nombres y fechas. Por ejemplo, la anécdota de que en los años 30 y 40, cuando se hizo imposible conseguir medias las mujeres solía pintarse la costura en la pierna para que pareciera que llevaban medias. 

Marilyn Monroe  | Con faldas y a lo loco


También recuerdo la obsesión de Anne Shirley, de la serie de libros Ana la de tejas verdes, por las mangas de farol (cuanto más grandes mejor)
Y me pregunto, dentro de cien años ¿cuáles serán los detalles que harán sonreír a los que lean sobre nuestra época? ¿Los pitillos? ¿Las uñas con dibujos? ¿Los vaqueros recortados para pantalón corto?

Ignatius y su sentido de la moda

Ilustración de un zorro

En la sombra [...] Ignatius J. Reilly miraba a las demás personas que esperaban bajo el reloj junto a los grandes almacenes D. H. Holmes, estudiando a la multitud en busca de signos de mal gusto en el vestir. Ignatius percibió que algunos atuendos eran lo bastante nuevos y lo bastante caros como para ser considerados sin duda ofensas al buen gusto y la decencia. La posesión de algo nuevo o caro sólo reflejaba la falta de teología y de geometría de una persona. Podía proyectar incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.


La conjura de los necios - John Kennedy Toole


Una vez un amigo me dijo que me parecía a Ignatius. El me lo dijo como un cumplido aunque cueste entenderlo.